Estamos tan enfrascados en el día a día, en nuestro ”surco” de gestión o de cumplimiento de tareas, que solemos olvidar el “Sentido” tanto de nuestra aportación al proyecto empresarial como, y sobre todo, de nuestro desarrollo personal a través de la vida en la empresa.
Seguramente la dialéctica de “confrontación” que hemos aceptado como vehículo de relación en la actividad empresarial, tiene mucho que ver. Y quiero llamar la atención sobre el “hemos aceptado” porque somos responsables de que las dinámicas sean las que son y no otras. Resulta cómodo decir que “esto es así” y no hay más remedio de que sea así, porque la “otra parte” quiere que así sea.
Y nos hemos acomodado a ello. Tanto las personas que contratan, como los contratados. Y también digo “contratadores y contratados” porque hemos aceptado que ésa es la relación.
Dicho esto, quiero que el contenido de esta reflexión vaya por otra vía: la de Personas y la de Proyecto empresarial. Efectivamente, ya has llegado a la conclusión de que da para un libro y corro mucho riesgo resumiendo estas ideas en un par de folios. Pero bien merece la pena intentar sembrar una “semilla de confusión”.
Comienzo por las Personas “contratadas”. Pensemos por un momento en nuestro papel en el proyecto empresarial. No olvidemos que es la empresa quien retribuye nuestro trabajo actual y ¡ojo! también contribuye a nuestra pensión futura. A este respecto un par de apuntes:
- En realidad, quien paga nuestras nóminas son los Clientes, así que… sería bueno ser excelentes en la prestación del servicio o producto.
- Y, además, quien paga nuestras pensiones son las contribuciones empresariales, no la Seguridad Social, así que… sería bueno cuidar la empresa donde desarrollamos nuestras labor y, de paso, nos capacitamos.
Se atribuye a Gorroñogoitia –la G de ULGOR y antiguo presidente de Caja Laboral– decir que las personas cooperativas (y añado a las no cooperativas) en nuestra vida profesional y personal debíamos:
- “aportar lo mejor que tenemos, ser protagonistas de nuestra vida” , por tanto, tomar el mando de nuestras decisiones,
- “y confiar en nuestras capacidades”, pues somos capaces de encontrar los recursos que poseemos cuando se necesita. (piensa cuándo has estado en una situación límite y te has dicho “no sé de dónde he sacado fuerzas, pero lo he conseguido”, prueba irrefutable de que las posees).
- “juega en equipo y coopera”, llegarás más lejos que solo y disfrutarás más del éxito compartido. Por cierto, como dicen en oriente, compartir tu conocimiento es como compartir la lumbre de tu vela encendiendo las demás velas. No por ello tu lumbre se apaga, sino que entre todas las velas se ilumina mejor la habitación y se ve más.
- “piensa en los que vendrán; deja mejor de lo que has recibido” y esta frase tiene mucho que ver con el legado. Sin duda hemos recibido un contexto de vida muy bueno, en nuestro caso. Pues se puede mejorar enriqueciéndolo para la siguiente generación, no consumiéndolo egoístamente.
Ahora sigo con las Personas “contratadoras”. Pensemos en un momento en el Sentido de nuestro proyecto empresarial.
- ¿Hemos reflexionado y escrito, acerca de por qué y para qué hemos creado nuestro proyecto, qué esfuerzo nos ha costado, en quién nos hemos apoyado, qué obstáculos hemos superado, qué contribución hemos realizado al entorno, cómo hemos gestionado el riesgo y la riqueza, cómo la hemos distribuido, qué colaboradores han dado todo por el proyecto y que sin ellos no estaríamos aquí? Si no lo has hecho, escríbelo por favor, que no se pierda. Es la Historia del proyecto.
- ¿Se lo hemos contado a las nuevas personas que se integran en el proyecto? Si no se lo contamos, difícilmente lo sabrán y apreciarán.
- ¿Hemos reflexionado sobre la propiedad del proyecto? Seguramente hay propietarios del 100% de las acciones, pero…¿no es verdad que hay mucho esfuerzo de muchas personas no poseedoras de acciones en todo este proyecto? Son cuestiones sobre las que hay que reflexionar en el momento del “legado”. Sobre todo porque la empresa también es un proyecto de vida personal y social, donde las personas vamos pasando y la empresa debe seguir viviendo y preservando su independencia para que las siguientes generaciones sigan haciéndola mejor y más libre, para el servicio de la comunidad. Para el proyecto de vida de “sus gentes”. ¿vendemos este proyecto a cualquiera?
- Por supuesto que hay una propiedad sobre el capital nominal que pertenece a quien lo invirtió, pero ¿todo lo demás? Hay muchas respuestas para esta cuestión y cada una de ellas mide el grado de generosidad y solidaridad.
- Dejar el legado escrito de quiénes somos, para qué estamos, y dónde queremos seguir estando son elementos culturales que hacen de la empresa algo más que un lugar de trabajo y de cobrar un sueldo que permite vivir fuera de ella. Crea Cultura y forma de entender la vida.
En definitiva, más allá del propósito económico, de los objetivos a alcanzar; más allá de ese propósito externo, está el Sentido. El Sentido de quienes somos, lo interno, nuestra esencia.
¿lo hemos hablado alguna vez entre las personas que componemos el proyecto empresarial? ¿O preferimos seguir siendo “contratadores” y “contratados”?
Nos toca decidir. No lo olvides: ambas opciones son posibles.